Noches negras del trópico




Cantaba sola entre el enjambre de sillas,
veíase en el espejo lejano alejarse con cada nota.

Su voz no tiembla como mis manos ante la noticia.

Las copas se llenan de ámbar, y negro
el hielo camina entre los dedos.

Todas las canciones eran para mí.
Todas las canciones eran para vos.

El humo de las plegarias entraba
de vuelta boca a boca.

La noche observaba, cálida, veraniega.
La luna menguaba una sonrisa satírica.

Solo ella lo supo siempre, luna sabia
de tiempo y noches negras del trópico.

Aquella vez estaba destinado a llover
fuerte justo antes de empezar a dormir.

Cómplice de un cielo sin nubes, dejé
que saliera el agua de mi.

12-feb-2008

Comentarios

Entradas populares