De sueños y viejos, de viejos sueños

Podredumbre de sueños en la noche cálida
en que el verano desobedece la razón y maldice infiernos.

Cantar puede ayudar en el laberinto para consumir ecos.
Muchas caras rodean el paraíso y en ellas depositas
la tonta idea de redención, confundiendo mesías y escape.

Cada mañana es un regalo de vida que alguien dejó la noche anterior
para que vos malgastés ese instante sin entender
qué maravilla es el gesto de abrir los ojos y verlo todo.

Caminando hacia una muerte segura en acto de rebeldía
nos lavamos la cara sin entender el sacramento y soñamos.

Anhelamos aplausos, dinero, casas, familias, logros.
Suspiramos anhelos y recuperamos la postura
para repetir el anhelo, el suspiro y la postura.

Dos canciones nos sacan del camino y nos sornaguean
mientras mi abuela sigue regando matas o
llorando ausentes, en casas viejas donde los
chiquillos vistan como fantasmas del pasado,
sin saber que observan sucumbir sus sueños.

22 Febrero 2010