Crónica para nadie

Sé que tengo miles de cosas que contarte.
Aún no he podido decirte cómo era la tarde en la Ciudad de Guatemala
entre fría y soleada justo antes de aquel concierto.
No sabés del sabor del último whisky y las primeras notas de la guitarra.
Falta que sepás de las calles, los pueblos y el lago azul cielo que
mira dos volcanes en Panajachel.
No te dije cómo son las calles de Antigua, el color de sus iglesias,
las líneas rectas e infinitas de las paredes arco iris en la ciudad de los siglos.
No hay latas de zinc, solo tejas o cemento en los techos.
Y mucha gente vestida del color de los montes lejanos.

Estoy seguro de que no te dije del frío de Cuzco a las 8a.m.
Del tamaño Saxahuaman y sus piedras perfectas no te he dicho nada.
Tampoco hablamos del camino angosto o de las ruinas que rodean el Valle Sagrado.
Urubamba te ha de sonar a palabra mal pronunciada y no ha río.
El parque de Ollantaytambo es un lugar hermoso donde se puede
tomar una cerveza entre amigos de todo el mundo. Ver girasoles,
una gran estatua del Inca y en la montaña de enfrente reposa
el Templo lleno de escalones. Pero de eso no sabés nada.

Hay un tren azul que te lleva a los sueños que se cumplen.
La nieve en la cima de las montañas es el blanco que no se describe
pero tampoco se borra de la mente, como el santuario de Machu Picchu.
Ya sabrás del camino a Wayna Picchu o del miedo que sentí
mientras subía esos ochocientos metros en un kilómetro.
Debés de sospechar el pavor que tenía al lograr la cima
y tener la ciudad de piedra a los pies como en una nube.
Supongo que querés saber cómo son los Andes desde arriba
y qué se siente cuando la brisa te toca la cara, mientras mirás el abismo.
Para ahora ya sabrás del cóndor y su amada, volando por sobre mi.
O del color del agua que guardo en casa, proveniente del acueducto,
ese del que nunca pudo tomar Pizarro.

Korikancha entre oro en andenes de piedra y el Templo del Sol.
La avenida principal de Cuzco y sus taxis pequeños
que son dirigidos por quechuas, ha de sonarte familiar.
O talvez nada de eso te importa desde el día que me dijiste, Adiós…

22-junio-08
3a.m.