12-3-2007


He debido buscar de nuevo cuaderno y retomar el lapicero.
Dejar el jazz puesto toda la noche.
Sentarme en silencio al lado de la lámpara y cobijarme.
Y si bien el frío es pasajero y nada me dificulta dormir,
creo que la mente es mí demonio en el desierto.
Como una nota que cae lenta tras otra previa,
deslizándose por el Piano, escondiéndose en el Bajo.
Te metés vos ya sin rostro, ya fantasma.

Comentarios

Entradas populares