Recuerdo Andino


Como brisa de los Andes.
Fría y pasajera.
Así sos cada noche,
vos desde tu lejana ventana
donde no estoy y no soy nada.

Como el Cóndor que vuela
entorno a su pareja oscura.
Me acerco y el viento me lanza
ahora lejos, ahora cerca,
pero siempre es ella la que manda.

Como el agua que baja el acueducto,
cientos de años lo camina,
gota a gota hasta el Urubamba.
La vida sigue paralela a la brisa
y el Cóndor con su danza.

Pobre de aquellos que una vez sentimos la brisa,
vimos al Cóndor que pasa, baila y no acaricia.
Escuchamos y tocamos al agua libre de la vida
para embotellarla con la esperanza inocente
de retener en un día todo aquello que se acaba.

14-jul-2008

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