Intento creacionista de entender el momento…

¡Noches! grita el sueño oculto tras la sombra de la lámpara,
justo donde el calor hace imposible la cobija o el olor de la almohada.
Bajo el boleto de abordaje acabo de observar el pasado
como se escurre entre una caja de resonancia acústica, y clavado
en el cemento del pergamino ahuyenta el miedo a los días venideros.

Lejos están, quienes sufren al que no vuelve más, lejos estás vos
sufriendo el temor del regreso animal, caníbal, del homicida.
Ese terrible sueño que nunca desaparece mientras estemos vivos.
Plegarias árabes colman la noche en un pequeño recinto josefino
donde muchos han bebido, millones bañado y pocos detenido a observar.

Hoy el errante viajero vino a mi puerta y su decisión dictó la partida.
Viejas compañías recuerdan momentos solitarios en mejores estados.
El refrán puede ser sabio, puede ser muy sabio.
Para colmo la conversación es respecto de la felicidad y
el conformismo, y debo explicarle al amigo lo que aún no entiendo.

Es posible que el cantante supiera mejor que yo el poema
y su sentencia fuera definitiva. Volver al lugar donde se ha sido feliz….
Con otros ángulos hubiese construido un paralelogramo,
a veces el frío puede ayudar a la mente, a veces produce calor.

Dónde olvidaremos el miedo para lanzarnos al vacío,
acaso detrás de tu puerta debo y puedo colgar el
traje de novio y retomar el papel…

Miedo a ver a otro en el espejo, a un viejo amigo
de quien ya no quiero acordarme.
Se puede volver necesario hablar con las nubes
y dejar que ellas lleven la noticia.

No me gusta esparcir las palabras sobre el polen
pues poco sabemos de a quién polinizan.
Cierra los ojos que ya pronto deja de llover.

2008