De mujeres perfectas




Hay notas musicales saliendo del plástico amplificador,
con una dulce voz contando lo que nos tocó vivir.

Dicen lo que no pude o puedo decirte hoy.
Y gritan mis reclamos sin importancia.
Ahora que no sos nadie en mi noche
y yo no estoy en tu lejana mañana.

Cómo es común para los humanos el camino;
en que pasamos de la felicidad absoluta
a una despiadada ausencia sin sentido
o carente de explicaciones técnicas de aparatos.

Paso de cervezas disminuidas por temores inducidos
y otros aprendidos a golpe de erradas decisiones.
A escuchar canciones en una madrugada en que
la escogencia está delimitada por el cálido
olor a tabaco, el cántico de tempraneros pájaros
y la carencia de nombre para vos a quien escribo.

Leemos a otros que ya han de forma clara
y sin tanta palabra, contado mis demonios
uno a uno y sin necesidad de chinos ábacos.

Una niña se olvida de su amante; una amante
se escabulle de su personita y una princesa
revuelve el castillo para retomar su puesto de fantasma.

Es cuando otros nombres levantan la mano y me temo
ser engañado por mi propia mentira.

Ella es perfecta, pero besa mal y no entiende
al animal que cree enjaulado. Ella es perfecta
pero aún no me conoce. Ella parecía perfecta y dijo Hola.
Ella, es perfecta en los brazos de otro y aún me mira.
Ella, vos, sos perfecta en tu lejana realidad donde no puedo estar.

5-marzo-2010

Comentarios

Entradas populares