Cuando llegue el Finis Operis
Como quien cobra una deuda,
me hiciste llegar al final a las dos de la mañana.
Años acompañaste mi cuarto,
me hiciste llegar al final a las dos de la mañana.
Años acompañaste mi cuarto,
junto a mi cama,
bajo la lámpara.
Hoy te cierro por última vez y como si de esa forma
diera muerte a Hans, esa que no quisiste contar.
Tengo las mismas ganas de llorar que Settembrini
ante la sala del Tren.
Gracias por el frío del Berghof, la nieve perpetua,
las pocas flores y las maravillosas montañas ante
el cielo azul.
Por los ojos de Clawdia y la lucha de Joachim,
por los minutos que no pasan y aquellos que
nadie nota como el crecer del césped.
Gracias Thomas, donde quiera que estés.
Abril 2007
A Thomas Mann y su “Montaña Mágica”
Hoy te cierro por última vez y como si de esa forma
diera muerte a Hans, esa que no quisiste contar.
Tengo las mismas ganas de llorar que Settembrini
ante la sala del Tren.
Gracias por el frío del Berghof, la nieve perpetua,
las pocas flores y las maravillosas montañas ante
el cielo azul.
Por los ojos de Clawdia y la lucha de Joachim,
por los minutos que no pasan y aquellos que
nadie nota como el crecer del césped.
Gracias Thomas, donde quiera que estés.
Abril 2007
A Thomas Mann y su “Montaña Mágica”
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