Big Data




Deciden la hora de abrir los ojos,
los minutos en el baño,
el desayuno y las palabras que escucharé
de camino al encierro.

Saben cuántas horas estaré en una sola posición
y el sitio exacto en que deposito mi cuerpo.
Han seleccionado mi alimento,
la ingesta calórica necesaria para sobrevivir.

El minuto justo de regreso,
la ruta… el tiempo de espera.

Los sonidos que se proyectarán a mis oídos,
las imágenes que podré observar de camino,
las que ignoraré por el día de hoy,
para reiterarlas luego.

Las medias, el color del abrigo y la vida útil de mis zapatos.
Mi necesidad de comer de regreso, la cantidad de galletas,
la temperatura del vehículo y la del planeta circundante.
La hora de llegada, la escala en el supermercado,
el contenido de la bolsa.

La hora del entierro, el sitio, el costo.
La duración del acto, los documentos necesarios.
El pago inicial y las cuotas restantes.
Los litros de café vendidos y los perdidos con la ausencia.


24/Agosto/2016

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