Tango en bolero (o Lamento en bolero)

Tal vez, quizá, ojala, son palabras
que en tu mundo transmutan en actos.
Por inimaginable que parezca ese tiempo verbal
del insoportable nunca, del amargo sueño.
Duele menos el pasar de años que un instante,
cuando tus besos queman los huesos, te marcan.

La canción habla de algo ajeno
pero olvidado en el tiempo, el amor de dos.
Vos corriendo entre la incertidumbre no cantás
para que él llene de canciones tu noche.
Yo ausente espero la respuesta y la conozco.
Pero no pasa nada en un abrazo de despedida.
Un beso ausente y unos ojos que no aparecen.

Duermo alcoholizado para poder dormir.
Y mal escribo un sentimiento en silencio.
Aprendemos a patadas y arañazos como animales.
Y somos ánimas en tránsito en el mundo
terrenal donde el cuerpo es escudo y presidente.

Somos solo un sueño inconcluso de esperanza;
donde poco importa tu anhelo y pesadilla
-para entender el futuro está tu nombre
-para saber el presente vivo tus ojos en ausencia
y cuento regalos sin comprar, fiestas no hechas,
vivo el día y hoy sos un fantasma.

Cómo es tan cíclica la vida y qué inocente
la mente que recurre a la repetición para
aprender que anoche era el año siguiente.
Y que mi mano era una caricia en declive.
Algo así como un abrazo cálido en la noche
para oírte mentir un “te quiero”.

13-mayo-2010