Ocurrencias

Que llueve con fuerza por estos lejanos puertos
del país de los Tucanes, de las costas de Lapas
rojas como platanillas y verdes como manglares.

Llueve con ganas cuando nadie lo espera,
como el grito de madrugada del recién nacido,
como mala noticia al teléfono en día de fiesta.

Así de pronto todo acaba y la playa, la loma,
el potrero y el jardín lo agradecen,
mientras sonríe en lo oscuro el Cuyeo.

Son la vida acaso aguaceros repentinos de felicidad
donde algunos agradecen el agua y otros
sucumben ante la desgracia.

Quién llora mi sonrisa,
y quién ríe mi llanto.

16-Feb-09

Comentarios

Entradas populares